La melatonina es una hormona muy potente teniendo en cuenta que se encuentra no solo en el cerebro humano sino también en casi todos los demás animales, plantas, hongos, bacterias e incluso algas. Es muy importante que tengamos una parte de nuestro cerebro llamada glándula pineal que se dedica casi exclusivamente a producir melatonina.

La melatonina no es una ayuda para dormir, sino el mensajero químico del sueño y, a su vez, regula la luz. Por eso es importante no exponerse a luces brillantes, como la pantalla de su teléfono celular, dentro de las dos horas antes de acostarse.

La secreción de melatonina disminuye con la edad y se cree que esta es una de las razones por las que la calidad del sueño disminuye con los años. Se ha demostrado que los suplementos de melatonina son efectivos para regular el sueño alterado por el desfase horario después de un vuelo largo y cambios de zona horaria, así como para mejorar la calidad del sueño en los ancianos o aquellos que se despiertan por la noche. Sin embargo, no se ha demostrado que ayude a las personas que trabajan en turnos de noche. Pero la melatonina no es solo la hormona del sueño. Es un regulador esencial de la oxidación y del sistema inmunitario, y sus desequilibrios tienen un gran impacto en el envejecimiento y las enfermedades crónicas.

Lo que sabemos sobre las otras funciones de la melatonina proviene del estudio de lo que sucede cuando está ausente. Cuando hay un tumor en la glándula pineal y la persona carece del aporte de melatonina, los efectos no son agradables. Además de los trastornos del sueño, la deficiencia de melatonina se asocia con dolor crónico, diabetes tipo 2, demencia, trastornos del comportamiento y cáncer.